jueves, 28 de junio de 2012

El diseño gráfico y la tecnología


  Sería muy fácil pensar en el diseño gráfico como en una disciplina sujeta únicamente a cuestiones artísticas o académicas, pero también le afectan los avances tecnológicos, que introducen nuevos procesos y conceptos para los diseñadores. Los principios del diseño son fácilmente distinguibles en las distintas épocas, simplemente van modificándose y refinándose por el camino.

    La tecnología ha democratizado el diseño al simplificar los procesos de producción y facilitar el acceso a las distintas herramientas de creación. La era digital ha revolucionado el diseño, porque ha hecho posible su producción en serie en sistemas inalámbricos o los medios on-line.

    La tecnología no solo ha cambiado los mecanismos de trasmisión, sino el diseño en general. Con la tecnología actual, las imágenes y los textos se manipulan más fácil y rápidamente que en el pasado.

    No obstante, existe el peligro de que el diseño devenga una especie de amalgama donde el mensaje se pierda y se diluya en medio de una avalancha de mensajes con los que se bombardea a la sociedad.



     Los avances tecnológicos abren nuevas vías creativas para los diseñadores y ponen a su disposición nuevas herramientas que aceleran la producción. Esto les permite dedicar más tiempo a la experimentación, lo que se traduce en grandes cambios en el proceso de diseño, tal y como sucedió cuando Apple Macintosh (1984) dio vía libre a sus diseñadores para traspasar los límites de la maquetación tradicional.
    Los periódicos han sido los pioneros en la aplicación de las nuevas tecnologías del diseño, como por ejemplo la publicación en internet o la impresión en cuatricromía.
    La sociedad de consumo adopta muy rápidamente las innovaciones tecnológicas, lo que significa que los medios tradicionales se enfrentan continuamente a la amenaza de los distintos desarrollos tecnológicos, como los medios digitales.
    La tecnología puede constituir una amenaza o una oportunidad, todo depende de la perspectiva que se adopte y de la habilidad que tenga cada uno para adaptarse. Por ejemplo, en el caso de los periódicos, a pesar de haber disminuido el número de suscriptores a las ediciones impresas, ha aumentado el de suscriptores en línea, lo que permite a los periódicos ofrecer a sus lectores otros servicios.

La digitación de los tipos
 En la década de 1970, la fotocomposición aceleró el proceso de producción tipográfica al permitir proyectar sobre un papel sensible a la luz o una película los caracteres de una pantalla de tubos catódicos y almacenarlos después en una memoria magnética, sobrescribirlos y editarlos. La matriz de puntos y la tipografía digital también surgieron en esta misma época.

    En la década de 1980, la aparición de los ordenadores personales facilitó el desarrollo de las fuentes, puesto que permiten dibujar y modificar rápidamente los caracteres y copiar fácilmente las formas de los tipos para crear las bases de distintas letras.

      PostScript -el estándar usado para la composición digital a finales de la década de 1980- favoreció el empleo  de los tipos digitales, aunque ahora está siendo sustituido por el formato PDF (Portable Document Format).



Open Type
El formato utilizado habitualmente para la producción de fuentes digitales es Open Type, un formato escalable diseñado por Microsoft y adoptado por Adobe a finales de los noventa. Con capacidad de hasta 65.536 glifos en una misma fuente, Open Type contiene funciones tipográficas avanzadas.



  La digitalización ha reducido el costo de la tipografía, que ha pasado de ser una actividad muy costosa y especializada a un producto de uso común. Actualmente se calcula que hay más de 100.000 fuentes digitales, una cifra que amplía considerablemente la oferta, pero que también dificulta la selección de la fuente deseada.

  La evolución continua de la tecnología ha permitido aumentar la velocidad y ponencia de los ordenadores y reducir la fase de producción de las nuevas fuentes, muchas de las cueles se han ido publicando en la revista tipográfica Fuse, lanzada en 1991 por Jon Wozencroft y Neville Brody.

Tipos y Fuentes
Los términos “tipo de letra” y “fuente” a menudo se emplean indistintamente, aunque su significado es diferente. Por regla general, esta confusión universal no suponía ningún problema, pero ahora que los tipos y fuentes comparten el mismo ámbito de trabajo, es muy importante distinguir entre los dos conceptos. 






MAQUETACIÓN


Quien está a cargo de preparar  los documentos de  productos impresos debe ser consciente de que no basta con crear una composición  atractiva. Tiene  al menos la misma importancia  preparar bien el documento para filmar planchas o para imprimirlo sin problemas. Un documento que no se ha producido correctamente puede ocasionar u  incrementos de los costes, retrasar  la producción  o provocar que el  producto impreso final no salga según lo esperado.
En este artículo, analizaremos  todo lo que es importante saber para producir un documento  de maquetación para impresión. Cuestiones como el trabajo original del texto, y la edición de imágenes y logotipos, así como la elección  de colores y de combinaciones de colores en la maquetación.
Trataremos también, la tipografía, desde una perspectiva estética,  estudiando  los tipos, el manejo de fuentes y su construcción. También veremos los distintos tipos de software de gestión de fuentes, además de que  cosas deberíamos de tener en cuenta, para revisar en el documento antes de enviarlo a imprenta.



El trabajo de maquetación
En el proceso de  producción gráfica para impresión, la persona encargada de crear el original, la maqueta, aborda una tarea de lo más  amplia. En esta se incluyen recibir el texto original y las imágenes e ilustraciones originales, revisar el material, montarlo todo en un documento de maquetación, crear la composición tipográfica, generar los archivos PDF optimizado para impresión con imágenes  en alta resolución.
Los documentos de  maquetación se crean mediante programas de autoedición como Adobe InDesing o Quark XPress. En el documento se vuelca el original del texto, se suele proceder de un programa de procesamiento de texto, que queda  incorporado al documento. Entonces se aplica al texto el tratamiento tipográfico pertinente mediante fuentes que quedan vinculadas al documento, pero que no quedan incorporadas a este. Lo mismo ocurre con las imágenes: se colocan en e el documento pero no  quedan incrustadas en el, sino que permanece vinculadas. Lo único que si queda incorporado  al documentos e una versión de la previsualización de las imagen en baja resolución.
Los programas de maquetación permiten también  dibujar gráficos basados en objetos mediante herramientas de dibujo. Tanto a la tipografía como a los gráficos basados en objetos se les pueden asignar colores o combinaciones de colores, ya sea  creándolos en el propio programa de maquetación o utilizando los que proporciona el propio  programa en forma de paletas o bibliotecas de muestras. Todos los colores elegidos quedan incorporados en el  documento y se guardan con él.
Pueden obtenerse copias impresas directamente a partir del documento de maquetación a través de un archivo PostSript que se envía a la impresora que incluye todas las imágenes y las fuentes necesarias. En lugar de enviar este  documento PostScripts a la impresora, también se puede genera un archivo PDF mediante Adobe Acrobat Distiller, por ejemplo. El archivo PDF puede contener todas las imágenes  vinculadas y las fuentes utilizadas en el documento maquetado. Si trabajamos con  Adobe In Desing, podemos  exportar directamente en archivo PDF desde el propio programa.
Es importantísimo escoger un programa de maquetación  que resulte adecuado e  instalarlo bien para así contra con una herramienta de trabajo útil, y flexible.
También  podemos simplificar el trabajo de maquetación y ganar en eficacia si trabajamos con plantillas de maquetación predefinidas.



Escoger un software de maquetación
Al escoger un software de maquetación, es importante decidirse por un programa que se utilice habitualmente ene le sector, lo que facilitará que otros reciban los archivos y puedan abrirlos y seguir trabajando  con estos. También es decisivo  que se trate de un programa válido par el proceso de producción gráfica.
La s principales aplicaciones de maquetación y compaginación son Adobe InDesign, Quark XPress, Adobe PageMaker y Adobe FrameMaker. También se puede utilizar Adobe Illustrator para maquetar páginas sueltas y para packaging por ejemplo. Asimismo, existen programas más sencillos que se suelen utilizar comúnmente en la producción gráfica profesional para impresión, como Microsoft Publisher o Corel Ventura.
Los programas de maquetación se utilizan para diseñar pág., y colocar textos, tipografía,  ilustraciones, e imágenes. Permiten importar cualquier formato de texto e imagen y están concebidos  para la producción de trabajos de impresión. También se utiliza para generar copias impresas de alta calidad o para crear originales digitales impresos en forma de archivos PDF.
Lo que hace un programa de maquetación  apto para estas labores es su capacidad para diseñar  y editar tipografía, imágenes,  y color, así como su uso de lenguaje Post Script de descripción  de pág., que  se utiliza en la producción  gráfica para impresión.
Los programas Microsoft Word, Corel WordPerfect, Microsoft PowerPoint o Microsoft Excel se basan en los  lenguajes PDF o PostSruot de descripción de pág. Carecen de una buena gestión  de  la cuatricromía o las tintas directas. También  cuentan con escasas capacidades de gestión  tipográfica y no suelen avisar cuando faltan fuentes, sino que las sustituyen por otras de manera automática. Tampoco permiten gestionar muchos de los archivos de formatos de imágenes que se utilizan en la producción gráfica para impresión. La disposición de textos e imágenes puede ser alterada automáticamente por el propio programa, por lo que  la composición puede resultar impredecible. Todos estos factores les hacen inadecuado  para la producción de trabajo impresos. Pero no significa que sean malos programas, sino que  no son apropiados para trabajos destinados para impresión.
Si recibiéramos un documento  preparado en uno de estos programas, debemos transferir sus contenidos a un documento generado por el programa de  maquetación  que vayamos a usar para imprimir. Pese  a todo, y desde un punto de vista meramente  técnico  estos programas pueden servir de base para la creación de  un archivo PDF/X que sirva de original para la impresión, aunque, si  vamos a utilizar uno de estos archivos, deberemos estar especialmente atentos y comprobar todo con mucho cuidado.



Planificar la maquetación
Lo primero es decidir el formato de la pág. (tamaño). También  es conveniente decidir el volumen de  pág. y el tipo de  papel, pues ello puede afectar el grosor del lomo del producto encuadernado, además  de los valores de color de la maquetación. La colocación de imágenes en las dobles pág. Una buena técnica de planificación consiste en elaborar un alzado o plantilla compuesta por bocetos de toda la pág.
También  es importante para el trabajo de maquetación  escoger que colores se van a usar por ejemplo, decidirnos por utilizar una cuatricromía corriente o añadir colores directos.
En algunos casos también  puede ser  relevante para el trabajo de maquetación saber como quedará  la pág. En la hoja impresa  en máquina. El impresor puede proporcionarnos una plantilla de imposición de pág. Que muestra que pág. imprimirán juntas. Esto puede usarse, por eje para planificar el uso de tintas directas, pero también para decidir sobre la prioridad del envió de determinadas pág. A la imprenta en caso de que no se pueda enviar el trabajo completo de una vez. La plantilla de imposición también muestra la ubicación de pág. Encaradas y de las pág., centrales.

Crear plantillas y configurar la estructura básica
Trabajar con plantillas de diversos tipos es un buen método para organizar la estructura de un trabajo de maquetación. Proporcionan un punto de partida común y constituyen  un modo eficaz de trabajar en equipo con originales y documentos maquetados. En el documento de maquetación podemos crear plantillas para ajustes básicos, para el diseño del documento de  la pág., maestras, bibliotecas de muestras de objetos y colores o plantillas de estilos tipográficos.


Plantillas de documentos y páginas maestras
Se puede crear un plantilla para prácticamente cualquier clase de documento. Cuando  generemos un documento de trabajo a partir de una plantilla, este contará con todos los parámetros y ajustes que hayamos configurado previamente en la plantilla. Un documento de plantilla, por ejemplo, puede estar formado de diversos modelos de páginas, llamadas páginas maestras, compuestas por  con distintos márgenes e intercolumnados. Las páginas maestras pueden contener incluso elementos recurrente en la maquetación como folios y encabezamientos de pág.

Bibliotecas de objetos
En lo que se denomina bibliotecas se pueden almacenar cajas de imagen y de texto, con  o sin contenido, o grupos  de estas, para reutilizarlas posteriormente con solo arrastrarlas a la página. En Adobe InDesing están  también los fragmentos (snipets), que funcionan como objetos de biblioteca algo más avanzados y que pueden guardarse como archivos independientes en el disco y después ser colocados directamente en la página.

Plantillas de estilos tipográficos, de objetos y de muestras de color
Se pueden guardar configuraciones de  párrafo y de carácter en forma de plantillas y  hojas de estilo que después  podemos aplicar a otros textos para darles los mismos estilos tipográficos. Si cambiamos el formato de un estilo de carácter de párrafo, este cambio se aplicará automáticamente a todos aquellos textos de l documento que estén configurados con ese estilo. También  es posible guardar combinaciones de colores en forma de plantillas de muestras, que puedes después aplicarse a todo tipo de objetos y  modificarse del mismo modo que los estilos tipográficos.
En Adobe InDesign tenemos también  las plantillas de estilos de objeto, que permiten almacenar todos los ajustes  de una  caja o marco, como trazado, transparencia, sombra o márgenes  de contorno, para aplicarlos  después a otros objetos. También  puede modificarse para que los  cambios se apliquen automáticamente, del mismo modo que en el caso de los estilos de texto.


Ajustes por defecto
En este contexto  resulta muy conveniente configurar los ajustes por defecto- tipografía , marcos  y herramientas- del programa de maquetación  para tenerlos siempre disponibles. Los estilos de párrafo, de carácter y de objetos, así como las muestras de color, quedan guardados en esos ajustes por defecto de la plantilla, lo que garantiza que se incluyan en cualquier nuevo documento creado a  partir de esta.
En Adobe InDesign los ajustes por defecto de herramientas y paletas, así como su ubicación en pantalla, pueden guardarse como espacios de trabajo. Además, InDesing permite guardar ajustes  de PDF y de impresora, lo que  facilita de manera considerable la creación de archivos PDF y la producción de copias impresas.